Sombras del silencio, de Saúl Castellanos
Por Javier Núñez
Sombras del silencio (Grupo Editorial Hijos de la Lluvia), de Saúl Castellanos (Melgar-Puno),
reúne un conjunto de poemas organizados en cinco secciones, que abordan temas
como la nostalgia, la soledad, el
martirio… Saúl siempre se ha caracterizado por su exigencia con las palabras y
las metáforas, que en algunos casos sus poemas trascienden los principios de la
textualidad.
El poemario que nos
ocupa está estructurado en cinco secciones. La distribución de las mismas obedece
básicamente al tratamiento temático. La primera parte se titula Ausencias (abril). Uno de los versos
dice: Media noche / y voy dibujando / tu
cuerpo ausente / con mis dedos / en tu boca desnuda… Aquí, el hablante
lírico opta como punto de vista la reminiscencia de la mujer amada. Desde esta
posición, añora a ella que ya no está, y construye un discurso que nos provoca
nostalgia. La segunda parte se titula Voz
deshabitada (mayo). El hablante lírico observa a su alrededor y cae en la
cuenta de que está más solo que nunca. Siente que la soledad no es ajena a él,
por el contrario, se identifica con ella. La tercera parte es Sombras del silencio (junio). En varios
poemas de esta sección se avizora con frecuencia el lexema silencio, el cual nos remite a la actitud de permanecer
desapercibido. Es decir, el hablante lírico no quiere llamar la atención del
mundo, más bien quiere vivir su vida, solo, sin interacción alguna, y se
enclaustra en su propio espacio, alejado de los demás. La cuarta parte viene a
ser Nostalgia de azul (julio). Los poemas de esta sección guardan
relación con la primera parte (Ausencias).
Encontramos semejanzas a nivel del tratamiento temático y la distribución de
las isotopías. En esta sección, el lexema nostalgia
aparece en relación con el deseo y la añoranza que siente el hablante lírico
por alguien que no está a su lado, y le reclama su regreso y le extiende sus
afectos sensuales. La última sección se titula Tribulación (agosto).
Esta sección nos remite al sufrimiento, o si se quiere, el martirio que sufre
el hablante lírico. Uno de los poemas dice: Este
mar / se cuela a través de las arpas / Y yo / pongo mis manos sobre este vacío
perdido / sobre esa distancia doliente / te nombro y te hago mío / en esos
barcos que recorren por el viento / esos barcos construidos con las uñas de los
muertos / de saliva oscura / de tierra en la boca / de media noche. Como se
podrá advertir, el hablante lírico expresa su dolor (distancia doliente) en su hábitat (mar), embargado de la soledad (vacío
perdido), y recuerda a la persona amada con nostalgia (te nombro y te hago mío). En estas condiciones, el hablante lírico
sufre, se martiriza (barcos construidos
con las uñas de los muertos).
Cada sección del
poemario remite a un mes del año. Eso nos lleva a señalar que Sombras del silencio habla sobre el
camino que sigue el hombre en relación con el tiempo. Veamos este recorrido: en
primer lugar, el hombre experimenta la ausencia de alguien (abril), y cae en la
cuenta de que está solo (mayo). El hombre no regresa, más bien sigue su camino
y vive alejado de los demás, lleva una vida de anacoreta (junio). Sin embargo,
el hombre desea a alguien que se quedó en el camino, le reclama a esa persona
que venga tras él, es decir, no se contenta con vivir sin la persona amada
(julio). Como no se concretiza su deseo, el hombre sufre, siente un dolor por
la ausencia de la persona amada (agosto). Como se podrá ver, este poemario explora
un pasaje de nuestras vidas que están llenas de miedos, pesadillas, deseos,
nostalgias, soledades…; en suma, Sombras
del silencio nos muestra un fragmento de nuestro camino en este mundo…