domingo, 4 de abril de 2010

El discurso poético de los “novísimos”

Javier Núñez

1. Consideraciones previas

Llamaremos “novísimos” a los poetas mal llamados “Post-2000”. Esta denominación encierra un significado indefinido, sobre todo con respecto a su delimitación cronológica. El “nombre” se le ocurrió a algún distraído integrante de los 90. Quizá no… Sea lo que fuere, no más de uno –en pleno delirio– se auto-declara con orgullo representante absoluto del Post 2000.

Los “novísimos” estarían constituidos por los poetas relativamente jóvenes y los más jóvenes (en términos cronológicos). En cuanto a la publicación, están preparando sus primeros poemarios; algunos ya los lanzaron en ediciones limitadas… Seguramente tendremos novedades en los meses siguientes. Por otro lado, cabe señalar que ya se conocen las temáticas y los estilos de los poetas de la Generación de Fin de Siglo (ninguno de sus integrantes tiene una obra cumbre) y las anteriores. De modo que no esperamos nada de ellos… Lo que ahora nos causan mayor expectativa son las vanguardias. Sin embargo, los novísimos no están en condiciones de innovar la literatura puneña. Salvo que un novísimo nos sorprenda con una obra trascendental.

Hace poco se publicó “Memorias de una verga”, de Alexánder Hilasaca (1986). A nivel del tratamiento temático (estructura profunda) rompe la tradición literaria en Puno; deja de lado los tabús y otros prejuicios provincianos. Las putas, el sexo, el deseo, el erotismo intercalan sus páginas, con ilustraciones atrevidas. Aparte de Hilasaca, no más cuatro anunciaron publicar sus poemarios. Esperamos tener sorpresas en dichas obras.


2. El discurso poético

El “discurso” es un evento comunicativo que implica la interacción de dos o más sujetos en un contexto determinado. Se concretiza básicamente a través de dos procesos: producción y comprensión. En el primero, el sujeto enunciador persigue alguna intención comunicativa, y en el segundo, el enunciatario experimenta algún efecto.

El discurso poético es el uso artístico de la lengua que hace un sujeto con la intención de generar un goce estético en el lector. Los sujetos de la comunicación literaria no comparten el mismo contexto. Es decir, autor y lector no interactúan en el mismo plano espacial ni temporal. Generalmente, el lector es quien tiene que reconstruir el contexto del autor en función de los deícticos. Por eso, el discurso literario presenta varios niveles de interpretación: cada lector le asigna sentidos diferentes a las obras literarias.


3. Aproximación al discurso poético de los novísimos

Nadie sabe quiénes son los novísimos. Sin embargo, intentaremos dar algunas características de sus textos sueltos que circulan en boletines, revistas y libros artesanales.

3.1. El tópico

El tema que desarrollan en sus textos es el amor. Se enamoran ciegamente y fantasean que son poetas y escriben piropos bien logrados. Incluso se atreven a publicarlos en libros artesanales y tratan de sorprender a la crítica. Cuando se les pasa la “fiebre” no logran escribir un solo piropo. Se les recomienda dedicarse a sus chicas en tiempo completo.

Otro tema frecuente es los Andes. Hay excesiva pasión por la cultura andina. André Gide apuntaba que “no se hace buena literatura con buenas intenciones ni con buenos sentimientos”. Siguen con temas campesinos, descripciones rusticas de las cordilleras… Reconocemos que el indigenismo y sus variantes tuvieron su época, su apogeo y su decadencia. En pleno siglo XXI resulta un atraso seguir hablando de temas andinos, indios, indígenas… La literatura –por si alguien no lo sabe– avanza más rápida que la ciencia y la tecnología juntas. Se les recomienda tomar las armas y liderar movimientos indígenas.

3.2. El discurso poético como texto

La literariedad en los textos de los novísimos es casi nula. Dicho de otro modo, no hay calidad literaria en sus textos. Uno, porque carecen de formación literaria. En Puno, por desagracia, no contamos con un centro superior que forme a los muchachos con vocación literaria. Muchos han sido frustrados por la FCEDUC-UNA-Puno. La pedagogía enferma, hace daño, es retraso para un poeta o escritor, hay que evitarla. [Peor aún cuando hay presencia de ciertos profesores incultos, sin hábitos de lectura. Debe quedar claro que las lecturas literarias “enriquecen la vida, mejoran a los hombres y son el sustento de la civilización”, (Vargas Llosa)]. Se les recomienda contratarse en el magisterio y marcharse lejos. Dos, no poseen “adicción” a la lectura. Los novísimos no quieren leer; y si leen, lo hacen mal. Se les recomienda ver telenovelas. Tres, muchos apelan a la improvisación creativa. No trabajan sus textos. Los publican sin corregirlos. Deben entender que la inspiración constituye el 1%, y el 99% es sudoración. Cuatro, etcétera, etcétera…

3.3. Los sujetos empíricos del discurso

Los novísimos carecen de compromiso con la literatura. Aquel que quiere ser escritor o poeta debe entregarse en cuerpo y alma a la literatura…, y debe amarla más que a su novia. Sólo así podrá escribir una obra trascendental. Se les recomienda casarse y buscar un trabajo estable.


3.4. El Contexto

¿Desde dónde escriben los novísimos? ¿Cuál es su espacio inmediato? Una de las categorías del contexto es el “espacio”, donde el productor del discurso se desenvuelve. El contexto influye en gran medida en la producción del discurso. Así que evitemos acercarnos a las facultades de educación, de igual modo, a otros espacios que nada tienen que ver con la literatura.

En términos literarios, ¿qué hay más allá de Puno (como ciudad)? Sólo el silencio… Hablamos de los novísimos; no de la literatura puneña en su conjunto.


4. Las motivaciones literarias y la crítica

Nuestro objetivo no es frustrar a los muchachos con vocación literaria. Por el contrario, aconsejamos a todos los chicos que quieran ser escritores o poetas que se entreguen a la literatura en cuerpo y alma…

¿Qué le motiva a uno a escribir? Son varias las razones, pero la más importante es el amor por la literatura… Aquel que escribe para conseguir la fama debe dejar la literatura y dedicarse a contar chistes… Hay individuos psicóticos que a costa de todo quieren ser reconocidos como poetas. Esa gente hace daño a la literatura. Se les recomienda dedicarse a la comicidad ambulante… De igual modo, el crítico que reclama a un escritor o un poeta representativo para colmar el vacío generacional se equivoca. Es que el escritor o el poeta no hacen literatura para ser antologados y representar una generación; hacen literatura por placer, porque es parte de sus vidas (haciendo una analogía forzada: escribir es como respirar, caso contrario uno se muere)… Les importa un comino que la gente lea sus libros o no lo haga. Suficiente con haber disfrutado al momento de escribir. De igual manera, no les interesa la crítica especializada. Los críticos qué saben de los “demonios del escritor”… Así que, el escritor o el poeta no temen a las críticas… Cuestionar una obra es fácil… El problema está en plantear una propuesta… Los críticos someten las obras a la razón, la objetividad. La literatura es subjetiva… Hay un tipo de críticos que juzgan las obras literarias en un estado de psicosis. Descargan sus obsesiones (y demás perturbaciones) cuestionando al poeta o su obra. Hacen críticas sin fundamento. Esto por varias razones: son escritores frustrados, problemas conyugales o de empleo, impotencia sexual…, o no lograron realizarse como ellos desearon desde niños… Todo lo expuesto en este apartado no quiere decir que los novísimos deban escribir como les dé la gana…; sugerimos, al menos, escribir aceptablemente…, y leer y leer…, seguir leyendo…


5. A guisa de conclusión

La poesía puneña atraviesa una etapa de crisis. Los novísimos están lejos de alcanzar la calidad literaria de Oquendo de Amat, Mostajo, Aramayo, A. Herrera. La buena poesía puneña cierra su ciclo con Filonilo Catalina. Habrá que esperar muchos años (o décadas) para que nazca un Oquendo.

Los novísimos no leen obras vanguardistas publicadas los últimos años; siguen con escritores antiquísimos y/o primitivos como Arguedas. A ese paso jamás podrán innovar las letras puneñas… Más se dedican a imitar (a Oquendo por ejemplo). A modo de sugerencia: deben preocuparse en romper esquemas, tradiciones, costumbres, prejuicios…, y dejar que la cultura andina (y sus variantes) descanse en paz…

Todo lo expuesto en este artículo sirva como una lección para que los novísimos adquieran conciencia literaria…

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