Vicente Ytusaca y Javier Núñez
Por Armando Villanueva Turpo
Dices no creer en el amor. ¿Por qué?
No concibo la idea de seguir creyendo en el amor en pleno siglo XXI… Uno tendría que ser imbécil para creerlo… Ya pasaron de moda los conceptos como “amor”, “fidelidad”, etc. El amor es un imaginario que uno concibe en la mente… Uno se engaña al creer que está enamorado, que ama a alguien… Dichos imaginarios son moldes que la cultura nos impone… El amor propiamente dicho, o el amor puro, no existe, más bien el deseo se disfraza de la palabra amor… A este acto tendríamos que llamarlo atracción de cuerpo o algo así…
El profesor Feliciano Padilla ha dicho que al escritor Javier Núñez lo “acosan, de modo obsesivo, temas de encuentros y frustraciones sexuales y asesinatos”. ¿Por qué te acosan estos temas?
(Grave, pensativo) En realidad, estos temas no tienen nada que ver conmigo… Hay que diferenciar dos cosas: El discurso literario y el discurso real. El primero es ficticio, fingido… Es decir, el autor finge al escribir, miente… Por poner un ejemplo, en un poema de amor no significa que el autor esté enamorado, más bien finge estar enamorado y escribe desde esa perspectiva… La literatura es el arte de mentir, ya lo dijo Vargas Llosa… Si alguien no cree en el estatus ficticio de la literatura, entonces tendré que convencerme de que en mi vida anterior fui un asesino, quizá un sicario…
Hay un epígrafe que has hecho en tu último cuentario: Las putas son las mujeres-reloj por excelencia. Desde Catulo a Baudelaire, todos los poetas las han amado. Y quien no las ama o es un impotente o un jodido puritano hipócrita de la peor especie (R. Bolaño). ¿Qué significa una puta para ti?
Las putas significan el fin de la soledad y el principio de la realidad… No sé qué me interesarán de ellas… Quizá sus actitudes de asumir el papel de mujer sin ningún prejuicio. O a lo mejor porque constituyen un buen material para escribir… O quizá porque son sinceras, y van al grano, sin que pierdas tiempo en “floreos” sin éxito… Es cierto que tienes que pagarles…; es que nada es gratis en esta vida… O tal vez porque tienen el cuerpo perfecto: la charapa, la chiclayana, la limeña, la colombiana (ya no ya)… Es raro que a un poeta no le llamen la atención las putas, (efusivo) las “niñas”… Unas tienen vocación para el oficio y otras no. Algunos tratos que recibes son inolvidables… Uno ya no quiere salir del cuarto… Tienen que sacarte los agentes de seguridad (risas)… Algunas son tan cariñosas que te olvidas que existe el mundo fuera de su habitación…
¿Has amado a alguna?
Como “amar” significa para mí “desear”, entonces se podría decir que sí las he deseado…
Hay cuentos cuyos narradores son femeninos; es decir, son mujeres (hembras) las protagonistas que lo cuentan todo. ¿Te sientes verdaderamente una hembra al momento de escribirlos?
(Risas). Mira… Cuando uno está en proceso de creación, se entrega del todo a la ficción. En ese lapso escuchas voces (seguramente desde el más allá) que te dictan los episodios más intensos… Esos espíritus te hacen su esclavo en la tierra, se apoderan de ti… Son ellos quienes escriben en realidad… O sea te utilizan… Cuando termina esta ceremonia (que por cierto es placentera) resulta que el cuento ya está escrito y no sabes de dónde sacaste las ideas… Es que no son tus ideas; más bien son ideas de los seres sobrenaturales que nos visitan a los que escribimos…
¿Qué se siente ser una “asesina”?
Ser una asesina es interesante. Despachas al infierno al hombre que no sirve para nada, esos hombres que lo tienen de adorno (risas). Una asesina es aquella mujer que te destroza la columna vertebral, aquella mujer que te mata si no le satisfaces en la cama…
Narradores como Vargas Llosa, Hemingway, Malraux, Borges, García Márquez, Víctor Hugo, han tenido una activa participación intelectual en la política o en acontecimientos violentos sociales. ¿Cuál sería tu posición política frente a las huelgas campesinas anti mineras de Puno?
Aunque haga literatura de tendencia liberal, tengo ciertas convicciones al momento de asumir posiciones políticas. No confundo la literatura (donde todo es posible) con temas de actualidad. En ese sentido, apoyo la huelga anti minera. Son legítimas las causas de esta huelga, además conozco esta realidad de cerca… Así que no estoy de acuerdo con las ambiciones de empresas transnacionales…
Tienes una despectiva visión sobre los “temas campesinos”. También manifiestas que en “pleno siglo XXI resulta un atraso seguir hablando de temas andinos”. ¿De qué hay que hablar para revertir el “atraso”? ¿Será suficiente hablar de “temas de encuentros y frustraciones sexuales y asesinatos (Padilla)”?
En la literatura predominan los gustos… La literatura es libre, es el ejercicio de la libertad… Así que cada quien sabe de qué tema escribir… Además, el concepto “literatura” es relativo: para uno un texto puede sancionarse como literatura, y para otro no… Alguna vez, en un delirio literario, habré dicho, o escrito, que la nueva literatura puneña debe hablar de lesbianas, putas, homosexuales, borrachos, reggaetoneros, violadores, corruptos, psicópatas, etc. La literatura de denuncia (indigenismo) ya tuvo su lugar… Hay que explorar nuevos temas: cibernética, ciencia, etc.
Tu objeción es nítida: tienen que ser temas sólo urbanos y temas que no tengan nada que ver con un espacio geográfico y hasta cultural como son los Andes. ¿Estos no son más bien prejuicios arrogantes o criterios que caen en el absurdo de los protocolos jurídicos?
En absoluto. Además no constituyen normas literarias lo que uno puede expresar con cierta libertad. Esas objeciones que hago son para incentivar la exploración de nuevos temas, no se debe entender literalmente. El tema del campo ya fue explorado, tuvo su apogeo… Ahora las motivaciones literarias son otras. Hay que buscar otros temas… No sé, hacer algo diferente que las generaciones pasadas… Hay que romper esquemas…
Sé que uno de los escritores que más has admirado es Gabriel García Márquez. Pero ¿qué me puedes decir del “antiquísimo y/o primitivo” José María Arguedas?
No comparto su proyecto literario. Eso es todo. Sus obras no me hechizaron como sucedió con las lecturas de García Márquez… Sin embargo, las obras de Arguedas son referentes obligatorios dentro de la corriente indigenista…, forman parte de la historia de la literatura peruana y latinoamericana, es un testimonio de una época que se vivió…
¿Y qué de la prosa de Jorge Flórez-Aybar?
Desde el punto de vista literario, deficiente. Porque su narrativa está escrita con intenciones ideológicas. En sus textos prima la ideología antes que cuestiones literarias, estéticas. Sus personajes están muy manipulados, no se desenvuelven con naturalidad. La trama está muy pensada, cosa que resulta muy artificiosa…
Para terminar, te cuento que Alexánder Hilasaca tiene pensado hacer una segunda presentación de sus Memorias de una verga en cierto burdel de la ciudad. ¿Saludarías su pensamiento?
(Risas.) En realidad, antes de que se publique “Memorias de una verga”, a mí se me ocurrió la idea de presentar mi “Salomé y otros cuentos” en un burdel, acompañado por dos “niñas” a cada lado. Quizá ellas mismas hubiesen comentado el libro… La presentación, según pensábamos, terminaría en una orgía brutal… Planeamos hacer aquella presentación con los amigos… W. Llaiqui fue el primero en apuntarse en la lista de invitados… Incluso Bedregal estaba dispuesto a apoyarnos… Dijo que el dueño de “Conejitas club” era su “patasa”… Ahora que recuerdo: Cuando llegaron los ejemplares de “Salomé y otros cuentos” a Juliaca, Bedregal, Incacutipa y yo celebramos en una tienda de por ahí, luego en la tienda de Ceci. Eran las once de la noche cuando nos internamos en un club nocturno… Empeñamos los libros empaquetados por unas cuantas cervezas… Ahí estaban ellas, seduciendo a los clientes… Yo perdí el control cuando una loba se acomodó en mi regazo y empezó a contonearse… Bedregal desapareció de improviso. “¿No lo habrán devorado?”, me pregunté…
O sea
Tengo pensado hacer algo similar con mi “Asesinas”…
Conozco tu dedicación. ¿Qué novedad nos tienes próximamente?
En octubre publicaré una novela. Aún no tengo el título. Posiblemente sea “La conspiración de Abimelec”, o simplemente “Abimelec”. Se trata de un libro que habla de tres sujetos sacrofílicos que boicotean una fiesta patronal en Puno, profanan iglesias, torturan a los curas, mantienen relaciones sexuales con las vírgenes y algunos santos. Este libro va en contra de la tradición puneña… Por otra parte, a mediados de agosto haremos la presentación de nuestra revista de literatura “DeBonsái”.
Gracias, Javier
Entrevista publicada en el diario Los Andes, domingo 04 de septiembre de 2011