Publica el ensayo “Leer la mente”, acerca de cómo opera el cerebro ante el arte
Yanet Aguilar Sosa El Universal
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A Jorge Volpi la ciencia lo seduce desde que a los 12 o 13 años comenzó a leer divulgación científica. Le interesa a tal grado que en En busca de Klingsor, la novela que lo dio a conocer a nivel internacional, exploró los territorios de la física; luego en No será la tierra se adentró en la biología, y en su más reciente ensayo Leer la mente. El cerebro y el arte de la ficción (Alfaguara) el narrador explora en el cerebro y demuestra que la ficción ha permitido la evolución de la humanidad.
Hay una premisa que persigue Jorge Volpi en este nuevo libro, la idea de que “la ficción nos enseña a ser humanos”. Varios años de estudio y lecturas, dos cursos que ha impartido sobre el tema, uno en la UNAM y otro en la Universidad de Méndez Pelayo de Santander, le han confirmado al escritor que “la literatura no nos hace mejores personas, pero sí nos permite apreciar la riqueza y la variedad de lo humano, de lo que significa ser humanos”.
El narrador - que recibió en 2009, a los 41 años, el Premio Iberoamericano José Donoso por el conjunto de su obra- asegura que cualquier ficción, sea la literatura, el cine, el teatro, los videojuegos o la televisión, permiten a los seres humanos adentrarse a otra realidad, vivir otras vidas y evolucionar.
“Evolucionamos gracias a que el cerebro se hace más grande, a nuestra capacidad de imitarnos los unos a los otros, a nuestra capacidad de aprender así más rápidamente; pero también a nuestra capacidad de imaginar le debemos la ficción, o sea que nacen paralelamente”, dice el autor de obras que han sido traducidas a más de 25 lenguas.
El homo fictius
A partir de preguntas como ¿qué pasa en mi cerebro cuando leo una novela o un cuento?, ¿por qué sufrimos o gozamos con los personajes de los relatos y de qué forma los lectores nos transformamos en esos personajes? o ¿es una idea tuya o alguien la sembró en tu conciencia mientras estabas distraído?, Volpi se adentra en los misterios del cerebro impulsados por la ficción.
“El ser humano en algún sentido podría llamarse homo ficticius, pues más que inteligencia es capaz de producir ficciones, otras especies tienen otro tipo de inteligencia, otras especies tienen otro tipo de conciencia, pero hasta donde sabemos somos la única especie capaz de producir ficciones”, señala.
Jorge Volpi confirma que la ficción, en términos generales, hace que vivamos mejor y es por eso que la necesitamos tanto, “por un lado nos permite vivir otras vidas, pero por el otro nos ayuda enormemente a construir nuestra propio yo, que también es una especie de novela; el contacto con ficciones que nos permitan encontrarnos con otras vidas semejantes nos permite imaginar posibilidades para nosotros mismos y entendernos mejor”.
El autor de El fin de locura y El insomnio de Bolívar. Consideraciones intempestivas sobre América Latina a principios del siglo XXI, con el que obtuvo el II Premio de Ensayo Debate-Casámerica, dice que la ficción genera la capacidad de ponerse en el lugar de los otros, de vivir otras vidas y de jugar con ellas y explorar nuestro yo.
“Todo eso nos permite ponernos en el lugar de los otros y construir nuestra propia idea de nosotros mismos a partir de esos elementos ajenos, que ya no son de esas personas que conocemos y que nos rodean sino de esa infinidad de personas que habitan la ficción, los libros, las películas y los videojuegos”, comenta Jorge Volpi.
Leer la mente. El cerebro y el arte de la ficción es un libro que está pensado para que el lector común reflexione sobre cómo ocurren los mecanismos del cerebro cuando está leyendo o en general, cuando está ante la ficción literaria, también frente al cine, la televisión, un video juego o el teatro. “Muchos de los ejemplos tienen que ver con hacer mucho más claros estos mecanismos y que puedan ser entendibles”.
¿Cómo se crea la conciencia?
Jorge Volpi reconoce que la conciencia es darse cuenta de uno mismo y eso ocurre cuando aparece en el cerebro humano esa especie de salto, de rizo o de bucle que puede contemplarse así mismo; es decir, son las ideas en el cerebro que de pronto son capaces de contemplarse a sí mismas y esa sensación de contemplarse a sí mismo es lo que se llama conciencia.
Para el escritor la ficción ayuda al ser humano a construir un yo. “El yo no es una estructura física, no hay ningún lugar en el cerebro donde esté el yo, no habita ahí un hombrecito, como se llegó a pensar en algún momento; el yo es un conjunto de ideas complejas, capaces de verse a sí mismas y creemos que el yo nos esa unidad de la conciencia que está dada por esta especie de gran ficción que termina siendo el yo”.
El ensayo que Jorge Volpi construyó a partir de cinco capítulos fue escrito desde la certeza de que quería hablar sobre la ficción desde un punto de vista científico, pero para ello utiliza elementos de la ficción misma a fin de ejemplificar sus argumentos.
El escritor concibió su ensayo como una gran ficción, como un gran juego con información social relevante que permite a los seres humanos vivir otras vidas. “Gracias a esta capacidad que tenemos de ficcionar y de que nos es tan imprescindibles, estamos todo el día queriendo confrontarnos con ficciones, vemos la televisión, jugamos videos, vamos al teatro, escribimos”.
Hay muchos estudios sobre el cerebro, pero hay pocos libros que hayan vinculado el tema con la ficción. “Mi aporte es querer unir los avances más recientes en el campo del cerebro, con la ficción y con la literatura”.
fuente:http://www.eluniversal.com.mx/cultura/65446.html